ePrivacy and GPDR Cookie Consent by Cookie Consent Artroscopia de Rodilla

Loading color scheme

Artroscopia de Rodilla

artroscopia rodilla bicos

Descripción

La artroscopia  es una técnica quirúrgica en la que se visualiza directamente el interior de una articulación mediante una cámara pequeña conectada a un monitor que permite examinar y reparar los tejidos internos de una articulación (rodilla, hombro, cadera etc.). La cirugía artroscópica de rodilla involucra la inserción de la cámara de unos 6 mm en el interior de la articulación a través de una pequeña incisión (llamado portal). La cámara esta conectado a un monitor por donde el cirujano visualiza el interior de la articulación. Después de introducir la cámara, se introduce una solución salina (suero) bajo presión para expandir la articulación que facilita la visualización y ayuda a controlar el sangrado a través de las cánulas de artroscopia. 

surgery capio rodilla capio

 

Con la cámara se realiza un recorrido de la rodilla visualizando las estructuras internas y se practica otros portales (pequeñas incisiones) complementarias para introducir instrumentos que permiten arreglar la zona afectada durante la cirugía. Los instrumentos más comunes son un gancho romo para explorar los tejidos, unas micro tijeras y mini fresas  para resecar los tejidos lesionados y un bisturí de termo coagulación para eliminar la inflamación (sinovitis) en la articulación. Al completar la cirugía, se drena la solución salina de la rodilla, se cierran las incisiones y se aplica un apósito.

En caso de ser un procedimiento quirúrgico simple (p ej. por una lesión meniscal, etc.), la cirugía se realiza bajo anestesia local o regional, la cual insensibiliza el área afectada, pero deja al paciente despierto y capaz de responder. Para una cirugía mayor, se puede llegar a usar anestesia general ocasionalmente, en cuyo caso el paciente queda inconsciente y sedado. Como la mayoría de artroscopias realizadas son cirugías menores se realizan de forma ambulatoria (el paciente puede irse a casa el mismo día de la operación).

Indicaciones

La artroscopia es indicada para los siguientes problemas de rodilla: Lesiones meniscales, cuerpos libres en el interior de la articulación, reconstrucción de un ligamento cruzado anterior o posterior, inflamación o lesión del revestimiento de la articulación (sinovitis), realineación de la rótula por híper presión facetaría, etc. A veces se realiza una artroscopia exploratoria diagnostica cuando no hay un diagnostico claro por un problema en la rodilla.

Los meniscos son una parte de la rodilla muy frecuentemente lesionada; el menisco es un cojín de fibrocartilago elástico en forma de "C" en el interior y exterior de cada rodilla entre el fémur y la tibia. Es un fuerte tejido estabilizador que ayuda la articulación a distribuir peso y deslizar con facilidad en varias direcciones.  En una rodilla sana de una persona joven (como un futbolista etc.) el menisco se puede lesionar al torcer la rodilla, parar o decelerar súbitamente. En atletas, las lesiones meniscales suelen suceder en combinación con otras lesiones como ruptura del ligamento cruzado anterior etc. En gente de mayor edad, las lesiones meniscales pueden suceder sin ningún trauma ya que el cartílago, meniscos y ligamentos se debilitan y desgastan causando una lesión degenerativa. El pronóstico de una lesión degenerativa es significativamente peor que una ruptura aguda en una persona joven.        

El tratamiento inicial de un desgarro meniscal sigue una fórmula básica: reposo, hielo, compresión y elevación, combinada con medicaciones antiinflamatorios para el dolor. Si su rodilla está estable (no lesión de ligamentos asociado) y no se inmoviliza, este tratamiento conservador puede ser todo lo que necesita. Los vasos sanguíneos riegan los rebordes exteriores del menisco, dando a esta parte el potencial para repararse. Desgarros pequeños en los bordes exteriores frecuentemente se reparan con el descanso.

rodilla2 capio

Riesgos asociados a la artroscopia

Los riesgos que implica cualquier procedimiento con anestesia son: reacción alérgica a medicamentos, problemas respiratorios, etc. Los riesgos que implica cualquier procedimiento quirúrgico: sangrado, infección. Los riesgos específicos a una artroscopia pueden ser: sangrado dentro de la articulación (hemartrosis), daño al cartílago, los meniscos o los ligamentos de la rodilla, fracaso de la cirugía para aliviar los síntomas, rigidez en la rodilla e hipersensibilidad por un síndrome de dolor persistente (síndrome de sudeck postoperatorio) etc.

Expectativas después de la cirugía

La artroscopia reduce la necesidad de la cirugía abierta, con la consecuencia de disminución en la tasa de complicaciones en el postoperatorio del dolor, rigidez, sangrado, tiempo de hospitalización (en caso de requerirse) y el tiempo de recuperación. Las expectativas varían ampliamente cuando se recomienda la cirugía.

Por lo general, la cirugía practicada para una ruptura meniscal o de cuerpos libres intraarticulares sin ningún otro problema asociado (artrosis o artritis), no tiene complicaciones y casi todos los pacientes pueden esperar una recuperación total. La presencia de artrosis o artritis disminuye sustancialmente la eficiencia de la artroscopia y en estos casos es posible que hasta un 50% de los pacientes no mejore durante el período posoperatorio (e incluso existe un pequeño porcentaje de pacientes que empeoran). La resección artroscópica del tejido sinovial (recubrimiento interno de la articulación) o sinovectomía artroscópica, puede ser de gran ayuda en los pacientes que tienen artritis reumatoidea.

La artroscopia o la cirugía asistida por artroscopia que se practican para la sutura de un menisco o la reconstrucción de los ligamentos de la rodilla son mucho más complicadas con un período de recuperación prologado y resultados más variables dependiendo del diagnostico y lesión inicial.

Convalecencia y postoperatorio inmediato

En el caso artroscopia con desbridamiento de meniscos (meniscectomia parcial) la recuperación es usualmente rápida en unas 2-3 semanas. El paciente precisa de un par de muletas durante 7-14 días para evitar el peso y la presión sobre la articulación de la rodilla. El nivel de dolor es leve-moderado y se puede controlar con medicamentos analgésicos- antiinflamatorios habituales en el postoperatorio. Como la mayoría de intervenciones sobre la extremidad inferior se indica anticoagulantes de sangre en el periodo postoperatorio inmediato variando entre 3 y 6 semanas para evitar el riesgo de una trombosis venosa profunda o embolia de la pierna operada. Como el hospital no provee las muletas en el momento del alta hay que acudir a la cirugía tras haberlas conseguido (bien compradas en una ortopedia/farmacia, o prestadas). El paciente se ira de alta con un vendaje compresivo para inmovilizar la extremidad y reducir el hinchazón de la rodilla en los primeros días hasta la primera visita de control.

En procedimientos más complicados, en que se fija o se reconstruye algo (ligamento cruzado, etc), es posible que el paciente no sea capaz de caminar apoyando peso sobre la rodilla operada durante varias semanas. La recuperación total puede durar un período variable entre las 6 y 12 semanas.

DR AAMER MALIK - Cirugía Ortopédica y Traumatología- Fellowship en Cirugía Protésica y Reconstructiva del Adulto (EE.UU.) - Hospital Universitario Sagrado Corazón, Barcelona.